UN GLOBO, DOS GLOBOS, TRES GLOBOS...


...la lunaaa es un globo que se me escapoooo. 


Valga lo anterior como homenaje a Gloria Fuertes, lo cierto es que ciertos jambos soñaron y pensaron que el aire era un fluido y que era posible flotar dentro de él. Uno de estos chiflados fue el jesuita Bartolomeu de Gusmâo que "levantó" 4 metros el Passarola, sustentado por un globo, en 1709, delante de la corte del rey Juan V de Portugal. Por esta y otras diabólicas hazañas fue perseguido por la Santa Inquisición hasta su muerte en Toledo.

Dibujo de Castillo en el Cielo -1986- de Hayao Miyazaki, anime relacionado con algunos episodios de Los Viajes de Gulliver, de Jonathan Swift.

Una oveja, un gallo y un pato fueron los primeros tripulantes del artefacto construido por los hermanos Montgolfier que ascendió a los cielos en 1783 desde Versalles, bajo la atenta mirada de Luis XVI y familia. El pato y el gallo debían de tener alguna noción de vuelo, en cambio la oveja...
Y no solo eso. En 1785, apenas dos años después de la aventura del kikirikí, el cuá cuá y los beeeeeeee, Blanchard y Jeffries cruzaron en globo... ¡¡el Canal de la Mancha!!

Recién proclamada la III República, el ministro del interior, Léon Gambetta consigue, la mañana del 7 de octubre de 1870, escapar de París, sitiada a la sazón por los prusianos, para reunirse con el gobierno provisional en la ciudad de Tours y organizar la resistencia francesa y la liberación de París. La forma de escapar de París fue de lo más extravagante, como puede verse en el cuadro pintado por Jules Didier y Jacques Guiaud presente en el Musée Carnavalet de París.

La elegancia del viaje en globo cautivó la imaginación de muchos. En Francia siempre ha tenido un especial eco este universo de flotabilidad, escape y bamboleo. Por ejemplo Jules Verne, aunque también Céline...
Ilustración de Jacques Tardi de uno de los pasajes de "Muerte a crédito" de Céline, en el que puede verse al "Animoso" surcar los cielos de Francia a los mandos del fabuloso inventor Courtial de Pereires.

En cuanto al drama globular, el de la expedición del sueco Andrée, en 1897, fue uno de los más sonados. Pretendió llegar al Polo Norte a bordo del Águila, un aerostato a medida construido en París.
Andrée y Frankel, fotografiados por el tercer expedicionario, Strindberg, en la banquisa. La fotografía fue recuperada en 1930.
Es cierto que Andrée había volado con su globo Svea unos 1500 kilómetros, pero el Polo Norte fue demasiado. Despegó desde las Svalbard para estrellarse tres días después en la banquisa. El regreso fue penoso. Ninguno de los tres miembros de la expedición sobrevivió al invierno y su desaparición fue un misterio hasta que fueron encontrados en 1930.
Mapa de la expedición en globo de Andrée al ártico en 1897 by Johan Elisson. Creative Commons Genérica de Atribución/Compartir-Igual 3.0
Ici Pacus.